POLÍTICAS SOCIALES PARA FAMILIAS

(Autora)

En primer lugar, habría que preguntarse qué puede ser calificado como política social. Sin embargo se trata de una ardua tarea porque existen tantas definiciones como autores han escrito sobre el tema. Entendiendo como política «un conjunto estratégico de actuaciones puestas al servicio de determinados objetivos», lo realmente relevante es la existencia de fines comunes, el cubrir determinadas necesidades, sin que las medidas o actuaciones que para ello se llevan a cabo, tengan que ser homogéneas y en una misma línea. Lo único importante en lo referido a estas intervenciones es que formen un conjunto integrado, aunque el contenido de las mismas difiera, pero no así el objetivo común para el que todas ellas han sido previstas.
Si se lleva a cabo un análisis de los orígenes de la política social, los antecedentes de ésta serán las antiguas Leyes de Beneficencia del Siglo XIX. Promovidas por los entes públicos, pero gestionadas tanto por organismos oficiales, (principalmente los Ayuntamientos), como privados, siendo éstos casi en exclusividad la Iglesia y la nobleza. Anteriormente, estas medidas eran ejercidas por las clases sociales más pudientes (aristocracia y clero), pero a partir de la pérdida de poder que sufrieron, dichas acciones serán asumidas por los entes públicos, Pese a la existencia de algunas tesis avaladas por ciertos autores que defienden la inclusión de esas actuaciones propiamente privadas en el ámbito de la política social, desde aquí se aboga porque a la hora de hablar de ésta exclusivamente sean referidas las actuaciones provenientes de entes públicos, si bien cabe la posibilidad de que la iniciativa privada, en concierto con los anteriores, pueda gestionarlas. Por lo tanto, en el ámbito de las políticas de esta índole, existe una importante interconexión entre lo público y lo privado.
Aceptado lo anterior, la política social es una orientación de la actuación pública, emanada de cualquier autoridad (internacional, nacional, regional o local). Además, es creada para obtener unos objetivos determinados, siendo tanto actuaciones positivas (de dar o hacer algo) como neutras (de no hacer o dar nada). Pero además, los «elementos privados» de la sociedad juegan un papel muy importante en el diseño de las mismas, pues con sus prerrogativas pueden determinar la actuación de los poderes públicos, lo que dará lugar al nacimiento o modificación de una política social. Por ello, es especialmente relevante atender al diálogo social en la formación de las políticas públicas como garantía de procesos de producción más participativos, en las que los sujetos privados no son simples destinatarios o espectadores de las decisiones institucionales.
Pero, habrá que preguntarse cuál es el objetivo que debe perseguir la política social, y por qué existen estas actuaciones de los poderes públicos. Para dar respuesta a estas preguntas conviene elaborar un concepto de política social. No cabe duda de que han sido muchas las aportaciones que la doctrina ha llevado a cabo sobre el mismo, sin que haya una solución unitaria, aunque al menos sí existen planteamientos similares en lo que al concepto se refiere.
Si política social es aquello que deriva de los poderes públicos, la primera consecuencia que se extrae es que para que exista ésta, deberemos estar ante un Estado intervencionista. Es decir, que los poderes públicos para crear estas políticas deben participar activamente, mezclarse en la vida de los ciudadanos. Por ello, lejos del lema «laissez faire», propio de los Estados liberales, los organismos públicos de un país en el que haya política social deben ser activos, intervencionistas, participar en la vida de sus ciudadanos. Esta actitud contrasta con la de aquellos Estados liberales en los que su ideología se basaba en la igualdad y libertad de los individuos para solucionar sus conflictos, siendo pasiva la postura estatal, al no tomar parte en las distintas controversias suscitadas y que finalmente se solucionarían, desde su ideología, por la existencia de un equilibrio aplicable a todos los aspectos de la vida. La aparición de estos nuevos planteamientos políticos supone el abandono de la idea individualista de que el hombre debe velar por si mismo, y que no debe soportar las injerencias del Estado, Es por ello por lo que existe política social a partir de la intervención de los poderes públicos, concretamente cuando surgen las primeras leyes que intentan atajar la denominada «cuestión social» que se produce sobre todo a partir de la Revolución Industrial.
Pero, no sólo la existencia de un Estado protector conlleva la realización de políticas sociales, sino que debe desarrollarse un determinado tipo de organización estatal que es la que se ha denominado «Estado social», evolucionado en algunos países y conocido como «Estado del Bienestar» ?. Así, nuestro propio art. 1. 1 CE recoge, en lo que se ha considerado como la arquitectura del Estado español, que España se constituye como uno «social y democrático de Derecho...».

ABREVIATURAS

CAPITULO
NECESIDADES PRIVADAS E INTERVENCIONES PÚBLICAS

1. POLÍTICAS SOCIALES PARA LOS CIUDADANOS
2. NECESIDADES SOCIALES Y BIENESTAR COLECTIVO
3. MODELOS DE POLÍTICA SOCIAL
4. LAS POLÍTICAS SOCIALES SECTORIALES

CAPITULO II
LA POLÍTICA DE PROTECCIÓN A LAS FAMILIAS

1. VICISITUDES DE UN CONCEPTO
2. LA TUTELA DE LAS FAMILIAS EN LA CE DE 1978
2.1. La protección familiar en la CE: el art. 39 a debate
2.2. Tutela reforzada para madres e hijos
2.3. Menores como sujetos dignos de protección
2.4. El concepto de familia previsto en la CE
2.5. Tribunal Constitucional y familia
3. JUSTIFICACIÓN DE LA TUTELA A LAS FAMILIAS
3.1. Funciones del grupo familiar
3.2. La protección de la familia como medida de política demográfica
3.3. Cambios en el papel social de la mujer
3.4. Procesos de redistribución de renta y equidad
3.5. La compensación pública de las cargas familiares
4. LAS NUEVAS SITUACIONES SOCIALES COMO DEMANDANTES DE UN GIRO DE LA POLÍTICA FAMILIAR
4.1. Disminución de la natalidad: las bajas tasas de fecundidad
4.2. Tendencia acusada al envejecimiento de la población
4.3. Importante incremento de los hogares monoparentales: el potencial riesgo de exclusión
4.4. ¿La dependencia como nueva situación?

CAPÍTULO III
MECANISMOS DE PROTECCIÓN SOCIAL PARA FAMILIAS

1. LA SEGURIDAD SOCIAL
1.1. Contenido objetivo y subjetivo de la tutela: La cuestionada universalidad de la Seguridad Social
1.2. Un calificativo complejo: la suficiencia de las prestaciones del sistema
1.3. Comunidades Autónomas y Estado en las políticas del bienestar.
2. PROTECCIÓN SOCIAL DE LAS CCAA: ASISTENCIA SOCIAL
3. PRONUNCIAMIENTOS DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL EN LA RESOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIA EN MATERIA DE PROTECCIÓN SOCIAL: ATC 1207/1999, DE 21 DE JULIO, y STC 239/2002, DE 11 DE DICIEMBRE
4. REFORMA DE LA ACCIÓN PROTECTORA DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL: LA DESCENTRALIZACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL NO CONTRIBUTIVA
5. LA UJTELA DE LAS FAMILIAS POR LA SEGURIDAD SOCIAL Y LA ASISTENCIA SOCIAL
6. SISTEMA PARA LA AUTONOMÍA Y ATENCIÓN A LA DEPENDENCIA (EN ADELAN TESAAD)
6.1. Antecedentes del nuevo modelo de protección en España
6.2. Tutela tradicional de la dependencia
6.2.1. Invalidez y dependencia en la Seguridad Social
6.2.2. La protección de la dependencia por la Asistencia Social
6.3. Delimitación y características del Sistema para la autonomía y atención a la dependencia
6.4. Requisitos de los beneficiarios
6.5. Servicios del nuevo sistema de protección
6.6. Prestaciones económicas del SAAD
6.7. Reconocimiento de la dependencia y del derecho a las ayudas del sistema
6.8. La financiación del Sistema: especial referencia a la participación de los ciudadanos

Autora
Colección
Trabajo y Seguridad Social
Número en la colección
35
Materia
Laboral
Idioma
  • Castellano
EAN
9788498364552
ISBN
978-84-9836-455-2
Depósito legal
GR. 2209/2008
Páginas
160
Ancho
17 cm
Alto
24 cm
Edición
1
Fecha publicación
19-11-2008
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