DEVOCIONARIO ROJIBLANCO

(Autor)

Prólogo
Actores de la memoria

Un equipo de fútbol materializa en su escudo y sus colores, en su estadio, la heráldica de su historia. Para que esa historia se escriba durante casi 75 años, en el caso del Granada, son necesarios los actores que trascienden la época que les tocó vivir y traspasan, en un ejercicio sincrónico y diacrónico, el espíritu que recogieron de sus antecesores a los sucesivos futbolistas donde la «tribu» se reconoce.
Desde Floro, Millán, González? a quienes malviven hoy en una categoría perdida, receptores de una herencia de décadas, nombres, fechas, tiempos componen una amalgama que ha resistido el paso del tiempo porque su estela no tiene ni tiempo ni espacio: tan sólo, el que cada cual ha querido buscarle en el fondo de un corazón rojiblanco, donde anidan recuerdos de los futbolistas que un día fueron y después pasaron a los anaqueles de la memoria.
Decir que la serie publicada en Granada Hoy los ha rescatado de la memoria sería presuntuoso por mi parte: su recuerdo de aquellos domingos en que Los Cármenes se constituía en el epicentro de la oferta de ocio del domingo en la ciudad ha estado siempre ahí mismo. En el fútbol está inserta la historia sentimental de una ciudad y, como dice Ignacio Camacho en uno de los libros que para mi fortuna me prologó, esa es la tarea de un periodista: rastrear huellas e indicios de los recorridos colectivos del entorno en el que vive y al que sirve. Huellas e indicios que están guardados a flor de piel y afloran con el leve contacto de un dato, una foto, una charla, una anécdota? El aserto lo concluye Luis García Montero: el fútbol es una pantalla sobre la que proyectamos nuestros sueños, la fe, el milagro posible? De ahí, esa incontenible capacidad para el júbilo, ese verdadero sentimiento trágico de la derrota?
Para que todo eso sea posible, los actores de ese milagro posible se enfundaban domingo tras domingo, liga tras liga, década tras década, una camiseta rojiblanca y de aquel conjunto de hombres en la plenitud de sus vidas emergían unas alineaciones con letra y música que al insertarse en nuestra memoria funde actores (futbolistas) y espectadores (aficionados) para sobrevivir en el tiempo cuando los primeros perdieron su condición de jugadores y los segundos dejaron de verlos con ojos de niño.
Nunca estuvieron del todo olvidados estos futbolistas que componen la siguiente galería. El mérito de la serie, en todo caso, es dar forma a esos recuerdos de muchas tardes, muchos partidos, muchos goles? que siempre nos han acompañado.

Prólogo
En el principio fue Floro
Millán, el ?2? de la trilogía
En resumen,
Sosa, el canario perenne
Trompi y sus filigranas
Cholín, de alma rojiblanca
César, el salto del ?Pelucas?
Marín, el ?viejo? más joven
Alberty, de aquí a la eternidad
Mas, servicio permanente
Almagro, ciencias exactas
Interminable Candi
Cea, luz en años oscuros
Sueza, de largo recorrido
Central ?modelo Méndez?
Vicente, corazón de león
Padilla, fuerza de ?Leyland?
Guerrero, velocidad punta
Rafa, la zurda goleadora
Rius, sello de salvador
Piris, el hombre tranquilo
Baena, ascenso agridulce
Navarro, ida y vuelta
Vidal, escala en Granada
Ben Barek, salida al futuro
Larrabeiti, cantor de balón
Mauri, repesca y mejora
Pellejero, furia y astucia
Carlos ?goles? Gomes
Vázquez, eterno ?Juanito?
Benavídez, el rey del ?tempo?
Ramoní, escuela sevillana
Arsenio, finta y morriña
?Hombre-gol? Carranza
El tango de Forneris
Martínez, la fe del esfuerzo
Mingorance, ?la roca?
Lalo, la línea vertical
Torres, la transición
Otero, veterano y sabio
Santos, la polivalencia
Eloy, figura y genio
El trampolín de Pirri
Román, chispa de extremo
Con ?buqué? Almagro
Tinas, defensor del pueblo
Carolo, haciendo equipo
Lorenzo, adelanto de época
Miguel, usanza de ?pichichi?
González, contraste genético
Barrenechea, ?escoba? vasco
Tosco, el veterano eficiente
?Margarito? Flores
Bombillar, nacido futbolista
Ñito, el vuelo del canario
Efímero ?Granada de Lara?
Vicente, el ?diez? más uno
Barrachina, el valladar
Ortega, llave en las botas
Gerardo, labor oscura
?Obispo? Ureña
Ferrando, lector de partidos
Noya, un ?ocho? clásico
Martos, bailando con lobos
?¡Porta!, ¡Porta ?!?
?Abrelatas? Barrios
Fernández, mito y leyenda
Fontenla, la edad madura
Aguilera, retorno entre amigos
De la Cruz, lateral y extremo
Lasa, el vasco pródigo
Omnipresente Jaén
Regularidad, ?f? de Falito
Chirri, complemento directo
Pla, el infortunio
Aguirre Suárez, punto cero
Manolín, el peón necesario
Izcoa, comienzo eterno
Extrarrentable Castellanos
El espacio de Dueñas
Quiles, fina estampa
Santi? hasta de portero
Toni, segunda oportunidad
Navarro, el incomprendido
Echecopar, el mito de la espera
Montero Castillo doble
Angulo, punto de referencia
Oruezábal, ?chikito? gran hombre
Parits, austriaco eléctrico
Grande, peso en la historia
Orihuela, doctor en fútbol
Calera, futbolista en Derecho
Megido, el sueño de la razón
Benítez, dotado con GPS
Las dos épocas de Gerardo
Antonio, la zona oscura
El último gol de José Luis
Fali, futbolista vocacional
Francis, breve historia
Lina, ?Beethoven? del área
Verdejo, portero en portada
Valdo, flecha en la banda
Renacimiento de Macanás
Ramón, bravo, bravísimo
Paquito, seguro de gol
Chrois, faro en las tinieblas
Manolo, el último goleador
José Manuel, ?6? en la Quinta
Notario, constancia en acta

Autor
Colección
Obras Granadinas
Materia
Granada
Idioma
  • Castellano
EAN
9788498360165
ISBN
978-84-9836-016-5
Depósito legal
GR. 2415/2005
Páginas
344
Ancho
13 cm
Alto
21,5 cm
Edición
1
Fecha publicación
30-12-2005
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